- <p>Desde los primeros días de internet se hizo obvio que sería algo ventajoso para las páginas web el poder guardar información en un ordenador para un acceso futuro. Por ejemplo,
- una página web que muestra información del tiempo podría preguntar al usuario por un código postal, y luego guardarlo en una cookie. La próxima vez que el usuario visitara la
- página web, la información del tiempo sería automáticamente cargada para ese código postal, sin que el usuario tenga que poner su código postal, y sin la necesidad por parte del usuario
- de crear una cuenta en la página web (que sería excesivo para una tarea tan simple).</p>
+ <p>Desde los primeros días de internet, se hizo evidente que sería ventajoso para las páginas web el poder almacenar información en un ordenador para un acceso futuro.
+ Por ejemplo, una página web que muestre información meteorológica podría solicitar al usuario un código postal y luego almacenarlo en una cookie.
+ La próxima vez que el usuario visite la página web, la información meteorológica se cargará automáticamente para ese código postal, sin que el usuario tenga que volver a introducirlo.</p>
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+ <p>Como todo en la web, gente inteligente descubrió todo tipo de maneras de abusar de las cookies para hacer cosas que los usuarios no aprobarían si supieran que estaban ocurriendo.
+ Por ejemplo, una página web puede establecer una cookie con un número de serie único en un dispositivo.
+ Luego, cada vez que un usuario visite la página web con ese dispositivo, puede vincularse a un perfil único que el servidor mantiene para ese número de serie,
+ incluso si el dispositivo se conecta desde diferentes direcciones IP.</p>